Es frecuente oír, a quienes pasaron por el campamento, hablar de “la magia del Nhorte”. Era el momento de dedicarle un año (el 2009) a esa magia, a la magia en general, estirando tanto el término que, entre duendes y figuras fantásticas de todo tipo, también podías encontrarte a “Mágico” González (célebre jugador del Cádiz CF) o a “Magic” Johnson de la NBA… la imaginación de l@s Nhortes no tiene límites, como bien saben quienes participaron en aquel campamento que, por otra parte, seguía acometiendo transformaciones como la del Ateneo, que renovó las cubiertas entoldadas y vio allanado su terreno… Cometas y Zulus salían por fin derech@s en las fotos.
Es difícil contar con palabras el espíritu que encierra esa magia que, como otros años, también se compartió en los Campamentos Internacionales de Córcega y la Selva Negra. Afortunadamente el testimonio gráfico nos permite acercarnos un poco a algunos de esos momentos mágicos: esa mirada completamente absorta de l@s Chispas en el Ateneo viendo a l@s Ecos hacer de las suyas, ese momento en el que un/a niñ@ levanta el dedo entre 100 personas de todas las edades, y se dirige a ellas venciendo cualquier pudor o “miedo escénico”. O ver a un ángel con sus alas poniendo una lavadora, o las confidencias de una pareja en esos atardeceres esplendorosos del verano frente al mar; o la complicidad, las risas y toda la energía que despliegan tod@s en cada juego, en cada actividad…. Todos esos momentos forman parte de la magia del Nhorte, que con tantas, tantas, tantas ganas queremos recuperar cuando podamos vencer a esta pandemia que nos la secuestró: ¡Play Again!.
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