Seguramente es la diosa más divina y más humana. Es la patrona del baile y de la música, maga sanadora, diosa del placer y del amor, madre nutricia de dioses y faraones.
Se la considera hija y compañera de Ra, posiblemente nacida de sus lágrimas caídas, en el origen del mundo, sobre un capullo de flores de loto. Acompaña a Ra en su navegación nocturna por el inframundo y es madre de Ihy, el disco solar.
Cuando Horus nace de Isis póstumamente, es Hathor quien lo amamanta y lo cuida entre los juncos de papiro del delta del Nilo. Las mujeres se ponen en sus manos en el momento del nacimiento de sus hijos y su presencia es tranquilizadora para los muertos cuando son recibidos por ella en el más allá.
Podemos verla representada como una vaca, como una mujer con cuernos de vaca o como mujer con un disco solar sobre su cabeza rodeado por unos cuernos rematados con el ureo. Sin embargo conviene no enfadar a este dulce personaje, pues en ese caso se transforma en la poderosa leona Sekhmet, su alter ego que respira fuego y escupe plagas.
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