Un año más volvimos al entorno de la montaña palentina para "encerrarnos" y diseccionar lo que ha sido todo este curso que tuvo como telón de fondo el CARNAVAL.
Sobre la mesa hubo muchos motivos de satisfacción y de felicitación pero también criticas y sugerencias variadas, hechas generalmente con el mayor cariño, a las que ponemos oído para que el año que viene vuelva a ser, una vez más, un poquito mejor.
Nos gustaría que en la foto de esta media docena de locos impulsores del Nhorte os sintieseis reconocidos todos aquellos y aquellas que formáis parte de la familia nhorteña: lo que pasa en nuestro irreductible rincón asturiano es al final obra de mucha gente.
Después de 31 años, seguimos soñando.
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